Ser un nómada digital – por Sol García
Nota del editor: Esta es una publicación invitada de Sol García
Mi carrera como freelancer y los viajes siempre estuvieron relacionados.
Después de todo, empecé a buscar trabajo de forma independiente para conseguir ingresos y poder ir a estudiar con una beca a Italia.
Pero nunca me imaginé que iba a terminar viajando por el mundo con mi negocio en la mochila.
Los viajes como estilo de vida del Freelancer
Las reacciones cuando cuento que vendí ‘todo’ y me fui a viajar por el mundo con mi pareja mientras trabajo con clientes de diferentes países son bastante parecidas: “¿¿Estás loca??”
Entiendo por que puede parecer que se me escaparon algunos soldados. Después de todo tengo más de 30, ningún ingreso fijo -aparente-, y paso mi tiempo en países y culturas totalmente nuevas para mí.
Lo que la mayoría no ve es que detrás de lo que parece una aventura irresponsable, hay un negocio sólido pensado específicamente para la vida nómada.
Ser un trabajador independiente es la mejor forma de trabajar y tener la libertad suficiente para no depender de una locación geográfica (¡pero sí de una conexión a Internet!).
Ser tu propio jefe te permite crear un negocio a tu medida. Es decir, vos ponés las reglas pensando en tus metas y no en las de un tercero.
¿Querés viajar? ¿Querés pasar más tiempo con tu familia? ¿Querés hablar con tus clientes únicamente por Skype?
Siendo freelancer tenés la oportunidad de definir las reglas de tu negocio, y la libertad suficiente para decidir qué hacer con las recompensas.
¿Cómo se puede viajar siendo freelancer?
Lo más importante antes de comprar el pasaje es establecer tu negocio independiente.
En otras palabras: no empieces a vender tus cosas si todavía no tenés tu primer cliente.
Esto significa empezar por lo básico. ¿Qué servicio podés ofrecer a cambio de dinero?
En otras palabras: ¿qué problema resolvés y para quién?
El mundo freelance es amplio: hay una variedad inmensa de servicios tales como diseño, fotografía, desarrollo, administración, virtual assistants, copywriters, y un largo etc.
La clave está en identificar un nicho con un problema al que puedas darle una solución, y el cuál esté dispuesto a pagar por dicha solución.
Eso sí: tené en cuenta que si tu meta es viajar como freelancer, hay ciertas profesiones que son más fáciles de ejercer en el camino que otras. Además, tu negocio va a tener que cumplir con ciertos requisitos:
- Tus servicios se tienen que ofrecer a través de internet.
- Recibir pagos desde cualquier parte del mundo (¡Payoneer es ideal para esto!)
- Tener en claro tu proceso desde A a Z: como conseguir clientes, como llevar los proyectos -y los tiempos relacionado a ello-, y cómo manejás el tema de pagos.
¿Por qué son importantes esos 3 puntos?
Cuando estás viajando te encontrás con ciertas dificultades particulares de la vida nómada. En particular el hecho de que una conexión a Internet es esencial, y que tenés que tener la capacidad de poder programar tu trabajo con anticipación para dejar lugar a conocer el sitio que estás visitando. Después de todo para eso estás viajando, ¿no?
Creando un negocio con independencia geográfica
Llegar a buen destino (jeje) siendo freelance significa ser estratégico a la hora de definir tu negocio. Empezando por tener un plan y metas claras.
¿Qué destinos tenés en mente? ¿Cuánto dinero necesitás por mes? ¿Cuántos días querés trabajar por semana/mes?
Lo más fácil es definir un número-meta mensual que se adapte a tus necesidades. Si el tipo de viaje que querés hacer requiere que generes al menos U$D2000 mensuales, entonces tu negocio tiene que responder a eso.
Es cómodo pensar que simplemente vas a conseguir clientes mandando algunos mails, y que te van a pagar lo que les pidas sin chistar. Pero aquellos que empiezan a viajar con esa mentalidad se encuentran con una realidad muy diferente (y un viaje muy corto).
- Clientes: ¿quiénes son tus clientes ideales? ¿Dónde podés encontrarlos?
- Presupuestos: ¿cuánto cuestan tus servicios? ¿Cuántos proyectos mensuales necesitás para alcanzar tu número-meta?
- Tiempo: ¿Qué cosas/lugares querés conocer? ¿Cuánto tiempo necesitás para trabajar, y cuánto para recorrer? ¿Cómo influye eso en la cantidad de proyectos mensuales?
Armar un negocio que responda a esas preguntas lleva tiempo, perseverancia, y dinero. ¿Se puede viajar y aprender a tener un negocio independiente al mismo tiempo? Sí, siempre y cuando tengas un colchón de ahorros suficiente que te lo permita.
Si no es tu caso -no fué el mío, te lo aseguro- lo mejor que podés hacer es sentar las bases de tu negocio antes de salir al camino.
Ser nómada digital no es estar de vacaciones… ¡es algo mucho mejor!
Esa idea de que si sos freelancer vas a estar trabajando mientras disfrutas del sol, la playa, y una cerveza bien fría es totalmente falsa (en serio, ¿probaste trabajar al rayo del sol, lleno de arena? ¡Lejos de ser una oficina ideal!).
No te voy a mentir que hubo un período de adaptación cuando empezamos a viajar. Tuvimos que aprender a equilibrar las ganas de explorar con el trabajo. Tener que pasarte el día dentro del departamento mientras afuera hay tanto por conocer es muy frustrante.
Pero no vas a tardar en darte cuenta que esta forma lenta de viajar te permite descubrir cosas que un turista pasa por alto. Interactuar con los locales y experimentar la cultura de una forma mucho más íntima no es algo que se pueda hacer cuando estás 2 días de pasada por una ciudad.
Estructurar mi negocio freelance para vivir viajando es una de las mejores decisiones que tomé, y no puedo esperar a seguir viviendo nuevas experiencias sabiendo que soy mi propio jefe.
¿Querés viajar como estilo de vida? ¿Qué estás haciendo para lograrlo?
Bio
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