2016
Conforme los bancos desarrollan nuevas maneras de proteger a los clientes respetuosos de las leyes contra las amenazas externas, los ladrones y otros tipos de delincuentes inventan, a su vez, nuevas formas de apoderarse de lo que no les pertenece. El robo de información en los cajeros automáticos es un claro ejemplo de un tipo de robo que ocurre sin que la víctima lo sepa.
Protegerse contra el robo de información en cajeros automáticos y otras actividades en las que la información de su tarjeta se vea comprometida puede ayudarlo a mantener su dinero donde pertenece: en su poder.
Los ladrones roban la información (y el efectivo) de las tarjetas de débito y crédito de diferentes formas. La manera más simple es cuando usted pierde el control de su tarjeta. Si olvida por accidente su billetera en la mesa de un restaurante, por ejemplo, o si se olvida de retirar la tarjeta del cajero al sacar efectivo, un ladrón podría robar la propia tarjeta y usarla para su provecho personal.
El ladrón también podría copiar o robar los números de su tarjeta de débito o crédito; por ejemplo, cuando hace una compra en una tienda o cuando abre su billetera. Sin la tarjeta física, el ladrón no puede hacer compras en las tiendas, pero sí puede usarla para efectuar transacciones que no requieran presentar la tarjeta. Por ejemplo, las compras en línea, por catálogo y telefónicas no requieren que se presente la tarjeta física.
Sin embargo, el robo de información en cajeros automáticos es algo mucho más sofisticado. Según CreditCards.com, para robar información en cajeros automáticos se necesita una máquina lectora de tarjetas igual a la que usan las tiendas y los cajeros automáticos para capturar la información de la banda magnética de su tarjeta. Para realizar un fraude en cajeros automáticos, el ladrón instala un escáner encima de la ranura existente del cajero automático. Cuando un consumidor desprevenido desliza su tarjeta en la máquina, el escáner captura la información de la misma manera que lo hace el cajero automático.
Las máquinas que se usan para robar información también pueden instalarse en los surtidores de las gasolineras y en otras máquinas que acepten pagos con tarjeta de crédito y débito. Sin embargo, los cajeros automáticos son más atractivos para los ladrones debido a los grandes volúmenes de tráfico que tienen.
Una medida básica de seguridad al usar una tarjeta de crédito es estar alerta cada vez que la usa. No permita que nadie se lleve su tarjeta o que la use si no puede ver la transacción. Es fácil dejar accidentalmente su tarjeta en un restaurante o una tienda; por ello, antes de irse de un lugar, revise si tiene su dinero y sus plásticos.
En cuando a los cajeros automáticos, esté atento a todo lo que lo rodea. No deje que nadie lo observe mientras realiza una transacción, ya que no querrá que un ladrón vea su número de identificación personal (PIN) o que sepa cuánto dinero tiene en el banco.
Bankrate recomienda usar cajeros automáticos conocidos en la medida de lo posible, como los de su vecindario o los de la sucursal bancaria que visita frecuentemente. Así, es más probable que note si algo anda mal. Por ejemplo, si el lector de tarjetas hoy es de color rojo, pero la semana pasada era amarillo, ya sabe que es probable que alguien haya instalado una máquina de robo de información en el cajero automático.
También es mejor usar cajeros automáticos que tengan cámaras de vigilancia. No es fácil para los ladrones instalar dispositivos para cometer un fraude en cajeros automáticos monitoreados y es posible que ni siquiera intenten hacerlo. Puede pedirle al personal del banco que le recomiende un cajero automático que esté ubicado en un lugar conveniente o puede buscar los que tengan cámaras de vigilancia.
Además, evite realizar transacciones financieras en lugares públicos. Por ejemplo, no use la computadora portátil de un amigo para consultar su saldo. También debería evitar usar su propio dispositivo (como una computadora portátil o un teléfono inteligente) para hacer pagos en línea si utiliza una red pública de Wi-Fi. Los dispositivos de robo de información trabajan de muchas formas y algunos capturan la información de las tarjetas a través de Bluetooth o de la tecnología inalámbrica.
No siempre sabrá de inmediato si su tarjeta de crédito o débito ha quedado comprometida en una operación fraudulenta. Por eso, debe estar atento a los signos de advertencia que le indiquen que tiene que ponerse en contacto con el banco.
Elija un momento del día para consultar su saldo bancario,; por ejemplo, temprano en la mañana o antes de irse a dormir. Haga de eso una costumbre, para que no se le olvide. Cuanto antes se dé cuenta de que falta dinero en su cuenta, más fácilmente podrá corregir esa situación.
Muchos bancos ofrecen sistemas de alertas para el cliente. Si realiza una transacción en su cuenta bancaria o con su tarjeta de crédito que supere cierto monto, recibirá una alerta por mensaje de texto o correo electrónico. Es probable que su banco le permita establecer ese límite mínimo manualmente. En algunos casos, los ladrones harán varias compras seguidas (para reducir las posibilidades de que los atrapen) y esa actividad provocará otra alerta si usted tiene activada esa función.
Si cree que su tarjeta de crédito o débito está comprometida, informe acerca de esto a su banco o al proveedor de la tarjeta de crédito de inmediato. Su institución financiera puede desactivar al instante la tarjeta, lo que evitará que se puedan efectuar otros cargos fraudulentos. Destruya la tarjeta y espere el reemplazo que le enviará el banco.
Además, si cree que un cajero automático u otro dispositivo ha sido modificado o alterado, notifíquelo a las autoridades. Protegerse y proteger a sus vecinos contra actividades fraudulentas hará que su comunidad sea un lugar más seguro para vivir.
Si sospecha que su tarjeta Payoneer pudo verse comprometida en un fraude, contacte a Atención al cliente de inmediato.