El contenido es el rey de las redes sociales. De todas, y por supuesto Instagram no se escapa de ello. De hecho la plataforma ha ganado muchos adeptos en los últimos años y a día de hoy es una de las más utilizadas y que más crecimiento han experimentado y sigue experimentando.
Por supuesto, los días de confinamiento generado por la crisis del coronavirus, han hecho que se incremente más este uso. Además de los propios contenidos del feed y de las stories, que están siendo protagonistas indiscutibles en la red social, la situación actual vino a poner de relieve la importancia de los directos online como canales a través de los que llegar a otros usuarios, clientes o consumidores en general.
Tanto es así, que a nada que revisemos en cuentas de marcas, negocios o incluso influencers del mundo del cine, la televisión, el arte, etc, veremos cómo han modificado sus estrategias de contenidos en Instagram, y a lo largo de estos últimos tres meses se han servido (de una forma u otra) de los directos de IGTV para realizar charlas, sesiones de preguntas en directo, presentaciones en vivo, etc. Una verdadera marea de contenidos que, por todo lo que han conseguido entretenernos en días difíciles, bien se merecerían (como mínimo) una ola.
¿Qué pudimos ver? Streamings donde editoriales charlaban con escritores sobre alguno de sus libros, o con actores con motivo del estreno de alguna serie/peli (uno de los últimos casos es el de White Lines, de la plataforma Netflix), y muchos hashtags (#YoMeQuedoEnCasa, #EsteVirusLoParamosUnidos, etc), entre otras muchas ideas y acciones. Todo esto pone de relieve la importancia de contar con una buena estrategia comunicativa (y flexible o adaptable a distintas situaciones sociales) antes de lanzarse al mundo de los social media.
¿Cómo hacer una estrategia de contenidos para Instagram? Lo primero será tener claro a quién nos dirigimos y qué queremos comunicar. Obviamente, no es lo mismo una empresa de seguros que una marca de chocolatinas. Su target y su tono seguramente serán diferentes porque nada tienen que ver una marca con la otra.
Por tanto, te recomendamos definir bien tu público objetivo y hacer una lista con posibles temas a comunicar: voy a hablar de mi marca (con creatividades más corporativas), voy a presentar nuevos productos, centrarme en servicios concretos, etc. Las posibilidades son infinitas, pero nadie mejor que tú para acotarlas en función de tus intereses.
Definida la línea de comunicación, lo ideal es preparar una guía de estilo donde se contemple:
Es recomendable que todo lo que subas tenga un mismo estilo gráfico y una coherencia. Luego puedes jugar con tus publicaciones para que la apariencia de tu feed (que será lo que primero vean tus seguidores al entrar en tu cuenta) sea creativa o de alguna forma atrayente. He aquí un ejemplo de trabajo bien hecho en este sentido de la cuenta de Kinder Bueno.
Haz una selección de los hashtags más relevantes para tu marca o negocio y agrúpalos según el contenido. Puedes utilizar hashtags propios con otros más genéricos que encontrarás en la red social. En cualquier caso, no te hace falta añadir diez líneas de hashtags; con incluir no más de 5 o 6 relacionados para cada publicación, es suficiente. Y huye de fórmulas demasiado largas, del tipo #enestepostestamosviendoestrategiasdeinstagram, o que no se entiendan.
Es decir, si vas a alternar vídeos con imágenes estáticas, con GIFs, etc. También puedes compartir contenido de otras cuentas, pero no abuses. Hacer tus propios contenidos te aporta una imagen más seria y profesional. En Instagram, como te decíamos, podrás hacerlo a través del feed, a tavés de stories y a través de IGTV.
Imagina por ejemplo que tienes una clínica estética: podrías alternar imágenes más corporativas en tu feed con consultas más directas (con consejos, pautas, productos… ) a través de stories llamativas y con ese tono fresco que las caracteriza. Además, incluso podrías enriquecer la experiencia de tus seguidores con consultorios directos en IGTV, donde algunos profesionales de tu clínica hablen de temas concretos. Es solo un ejemplo pero sirve para mostrar la amplia variedad de posibilidades que te ofrece la red social.
En la línea de lo que antes te decíamos. Es importante que tengas claro por dónde quieres tirar para comunicarte con tus seguidores. Puede que te centres en una estrategia de producto como la del ejemplo de Kinder que acabamos dejarte. Pero también podrías basarte en tutoriales, contenidos más corporativos si tu marca o negocio así lo requiere, hablando, por ejemplo, de los valores de tu marca.
Ten en cuenta que Instagram es una red eminentemente visual, por lo que siempre será más importante la imagen (estática o en vídeo) que el propio texto que la acompaña. Aunque en realidad, copy y gráfica van y deben ir siempre de la mano. Además, Instagram no lee los links en las publicaciones, por lo que si te diriges a algún site concreto lo normal es que añadas un Link en bio (cuidando siempre que ese link esté actualizado en tu biografía).
Ya definidos tus contenidos, es importante, sobre todo si vas a trabajar con terceros que te lleven tus redes sociales, tener previsto un calendario donde se determine la frecuencia con la que publicarás. Esto debe ser algo flexible, adaptable a fechas o circunstancias señaladas, y con la capacidad de cambiar si sobre la marcha se detecta que unos días son mejores que otros para publicar. Por norma general, los fines de semana son los días menos activos de los usuarios, pero tendrás que ver tu caso particular y adaptar tus horarios a los de tu audiencia.
Como puedes ver se trata fundamentalmente de un trabajo de planificación que, ya sobre la marcha, te resultará sencillo y, por qué no decirlo, ameno. Instagram resulta una red social muy cómoda y es fácil llegar a la gente a través de contenidos frescos, originales y con mucha, mucha dedicación.