Trabajas tus contenidos, sorprendes a los usuarios con los que les cuentas, incluyes esas keywords tan relevantes e, incluso así, tu web o blog no aparece en la posición que te gustaría. Si tan solo se te ocurriera alguna acción más para darle un empujón a su posicionamiento… Y aquí es donde entra en escena el enlazado interno. ¿Cómo optimizar el enlazado interno de tu web o blog? ¡Sigue leyendo! Te contamos todo lo que necesitas saber.
Si todos los enlaces valieran lo mismo a nivel SEO, para conseguir una buena posición en el ranking solo tendrías que añadir la lista de enlaces más grande de todas y ya estaría, pero, por suerte para quienes lean esos contenidos, esto no es para nada así. No todos los enlaces valen lo mismo y el link equity o link juice es, precisamente, con quien se designa cuánta autoridad o qué valor le pasa un enlace a tu sitio web.
A la hora de trabajarlo, es importante que sepas varias cosas: por una parte, que los enlaces deben tener calidad y, por otra, que existen dos tipos de link juice en función del enlace:
Tal y como puedes deducir, el enlazado externo tiene mucha importancia, claro, y puede darle un buen golpe de autoridad a tu web si quien te enlaza es un medio o un site de gran relevancia. Claro que también puede ocurrir lo contrario: que Google no vea a ese sitio con buenos ojos y te reste también a ti relevancia a la hora de posicionarte en el ranking.
¿Y el enlazado interno? Para darle a tu página web el rendimiento que se merece también es esencial que lo trabajes. Los motores de búsqueda los rastrean y ellos les van dando pequeñas pistas sobre qué es lo más importante en tu sitio web, todo esto mientras juegan su rol en la misión de otorgarle autoridad y valor a tu web, entre otras funciones.
Ahora que ya tienes claro que tu sitio web se merece un buen enlazado interno y que es probable que este tenga premio a nivel SEO, ha llegado el momento de desvelarte algunas claves sobre cómo optimizar el enlazado interno de tu web a diario. Lo primero que debes hacer es comprender que a través del enlazado interno estarás informando a Google sobre cuáles son las partes más relevantes de tu web.
Si tienes un eCommerce, por ejemplo, seguramente haya productos en tu tienda online que se vendan más que otros y ahí es donde te interesa apuntar con el enlazado interno. Aquí es importante que diseñes una buena estrategia y que no vayas al azar, pues la autoridad de una URL se va repartiendo entre los links que van a tu sitio web, por lo que es relevante elegir bien. ¿Quiénes serán tus grandes aliadas a la hora de darles relevancia a tus enlaces? La semántica y las URL que ya cuentan con bastante autoridad, pero para esto antes debes conocer bien tu sitio web.
Así, tu primer paso será rastrear tu sitio web y extraer las URL con su correspondiente Page Rank o ponderaciones de autoridad, dejando a un lado los enlaces externos. Este primer análisis te dará muchas pistas sobre el valor de tus URL, dándote a ver cuáles son dignas de trabajar y de cuáles puedes despedirte directamente.
Una vez lo tengas, tocará aplicar los cambios y volver a rastrear la web, viendo las variaciones que pudo haber en las SERP y si han respondido como tú esperabas. ¿Ha ido bien? Repite el proceso, pero siempre yendo poco a poco, pues los cambios en la estructura del enlazado interno afectan a la distribución de la autoridad y, haciéndolo de forma demasiado intensa, puedes hacer que bajen algunas URL que te gustaría mantener en la posición en la que están.
Aunque, a priori, pueda sonar como una tarea sencilla, la verdad es que los errores a la hora de optimizar el enlazado interno de una web son más comunes de lo que imaginas. Si ya has empezado a optimizar el enlazado interno de tu web o estás a punto de hacerlo, fíjate bien en no estar cometiendo algunos de los errores más típicos:
¿Y tú? ¿Ya has empezado a optimizar el enlazado interno de tu web? ¡Cuéntanos tu experiencia!