En esta charla, James Allum, Vicepresidente Regional de Europa en Payoneer, habla con Callum Campbell, Director Ejecutivo de Linnworks, para entender el panorama actual del eCommerce y para anticipar lo que deparará el futuro para este negocio.
En 2020, el eCommerce claramente se disparó y pareciera que el futuro, literalmente, llegó a nuestra puerta. A consecuencia de esto, empresas de todas partes han tenido que aprender, sobre la marcha, a familiarizarse con la nueva realidad de la noche a la mañana.
Obviamente, junto con este crecimiento muchas empresas comenzaron a competir por tener su porcentaje del mercado del eCommerce.
Las empresas más pequeñas también sufrieron los problemas de acceso a las cadenas de suministros durante el último año. Además, la pandemia implicó que algunos mercados cierren mientras que otros abrían, por lo que mantenerse al día con el ritmo rápido del cambio y saber qué mercados están disponibles para vender en cada momento, también pasó a ser un aspecto problemático, tanto para las grandes como para las pequeñas empresas.
Entonces, ¿qué tendencias vimos en los últimos 12 meses que podrían marcar el futuro del eCommerce de aquí en adelante?
Según Campbell, la gran tendencia fue la incorporación del eCommerce y el inmenso aumento en las compras online, que evolucionaron en una escala de crecimiento equivalente al estimado para diez años, en tan sólo cuestión de meses. Si bien el comercio electrónico ya se encontraba en ascenso durante bastante tiempo, incluso antes de Covid, los últimos 12 meses han expuesto claramente cuán drástico ha sido el salto en esta tendencia, y no muestra signos de querer retroceder a sus previos niveles. Fue muy importante para este impulso el ingreso de nuevos compradores de forma online.
Otra tendencia fue el cambio de vender directamente al consumidor. Las marcas y los fabricantes están saltando sus redes minoristas tradicionales y venden directamente al consumidor final. Al hacerlo, pueden aumentar sus márgenes en cada venta y comenzar a construir relaciones directas con sus clientes. Lo hacen recopilando datos sobre ellos y entendiéndolos mucho mejor. A su vez, esto los ayuda a desarrollar productos y marketing para ofrecer más posibilidades de lo que el cliente desea, generando una línea directa de comunicación con ellos que los vendedores utilizan para obtener grandes beneficios. Por supuesto que esto no es algo completamente nuevo, pero, durante el período de Covid se aceleró rápidamente.
También está el surgimiento de la economía “sin esfuerzo”. Los consumidores buscan comprar “sin esfuerzo” y sus estándares están aumentando. Por ejemplo, en los últimos meses hemos comenzado a ver que Facebook e Instagram hacen cada vez más posible el comercio. De hecho, el comercio se está acercando cada vez más al consumidor. Dondequiera que el consumidor pase su tiempo online, ahí es donde el eCommerce lo está siguiendo. Esto la convierte en una experiencia “sin esfuerzo” para los consumidores y, a la vez, ofrece un nuevo desafío a las marcas llegar a ellos.
Por último, una de las tendencias principales que Campbell ve en los últimos meses es la enorme fuerza que tienen los marketplaces. Hoy en día, los marketplaces representan más del 50% del volumen del eCommerce, y cada vez hay más minoristas que se están pasando al modelo del marketplace.
Entonces, teniendo en cuenta estas tendencias ¿cuál es el rumbo que tomará el eCommerce a futuro?
Es muy probable que las cuatro tendencias señaladas anteriormente llegaron para quedarse y marquen el camino hacia el futuro del eCommerce. Siendo así, las marcas deberán tener una mayor capacidad de alcance, lo que significa que el concepto de marca deberá ser más fuerte que nunca, especialmente en línea. Las marcas deberán mantener su presencia en el mercado tradicional, mientras van migrando cada vez más a la modalidad online. Incluso deberán construir sobre esa base, mediante la creación de líneas de productos, que puedan utilizar como característica distintiva online.
Las estrategias de canales múltiples también deberán ser un punto central de importancia para marcas y minoristas. Esto va de la mano con la economía “sin esfuerzo”, lo que significa que las marcas no pueden simplemente sentarse y esperar que los clientes aparezcan en su sitio web, sino que deberán encontrar muchas formas de llegar y conectarse con ellos, según sus propios intereses, dónde y cuándo los clientes quieran.
Incluir ambos aspectos será fundamental para que marcas y minoristas se adapten rápidamente a este entorno que cambia constantemente. Si la crisis del covid-19 enseñó algo a las empresas es la importancia de estar activos, de actuar para tener alguna posibilidad de sobrevivir en un mundo que se niega a quedarse quieto. Esto significa que las empresas deberán estar abiertas a nuevas tecnologías y operaciones que puedan ayudarlas a enfrentar estos desafíos.
Resumiendo, Campbell aconseja a las empresas reforzar sus puntos fuertes y centrarse realmente en lo que ya hacen bien. Frecuentemente, las empresas intentan diversificarse demasiado pronto y esto suele perjudicarlas. En su lugar, deberían quedarse en los espacios con los que mejor pueden atender a sus clientes.
Sin embargo, esto no significa que no deban abrirse a nuevas oportunidades cuando aparezcan. Después de todo, ese es el equilibrio, el criterio y la importancia que se requieren para mantenerse activos. De hecho, el mundo en el que vivimos ha demostrado ser sumamente volátil, por lo que estar abierto a estas oportunidades es extremadamente importante.
Por último, los emprendedores deben recordar cuidarse a sí mismos y reconocer que habrá altibajos a lo largo del camino. Los tiempos son desafiantes y estresantes, pero sin frenar y tomarse un tiempo para ver las cosas con perspectiva, no podrán ayudarse a sí mismos ni a quienes trabajan con ellos para tener éxito.
A continuación, encontrarás el video completo de la sesión.