¿Qué es el IVA y cómo funciona?
El impuesto sobre el valor añadido (IVA), conocido también como “Impuesto al Valor Agregado” en algunos países, es un tributo indirecto que grava el consumo de bienes y servicios.
Este impuesto se aplica en la mayoría de los países de América Latina y Europa, y su objetivo es recaudar ingresos para el Estado. Es una fuente importante de ingresos para los gobiernos y se utiliza para financiar servicios públicos y otros gastos gubernamentales.
¡Continúe leyendo el artículo para comprender mejor la condición frente al IVA, como se calcula y mucho más!
¿Qué es el IVA?
El IVA, o impuesto sobre el valor agregado, es un impuesto indirecto que se aplica al consumo de bienes y servicios. Es un tipo de impuesto que se carga en cada etapa de la cadena de producción y distribución de un producto o servicio, hasta que llega al consumidor final.
No se cobra directamente al consumidor, sino que se añade al precio de venta de los bienes y servicios. Lo impuesto sobre el consumo se aplica a la mayoría de las compras de bienes y servicios, tanto nacionales como importados.
Cada empresa en la cadena de suministro agrega el IVA al precio del producto y lo recauda en nombre del gobierno. Las empresas pueden deducir el IVA que han pagado a sus proveedores (IVA soportado) del IVA que han cobrado a sus clientes (IVA repercutido), remitiendo la diferencia al gobierno.
La tasa de IVA varía según el país y el tipo de producto o servicio. En algunos países, hay tasas reducidas o exenciones para ciertos bienes y servicios esenciales. Aunque el IVA se recauda en cada etapa de la cadena de suministro, el coste final recae en el consumidor final, ya que este es quien no puede deducir el IVA pagado.
¿Cómo funciona?
El IVA funciona a través de un sistema de recaudación en etapas a lo largo de la cadena de producción y distribución de bienes y servicios. Aquí se explica cómo funciona en detalle:
Aplicación del IVA
- Productores y proveedores: cuando un productor vende bienes a un proveedor, añade el IVA al precio de venta. Este IVA se conoce como “IVA repercutido” o “IVA facturado”.
- Fabricantes y distribuidores: cuando un proveedor vende a un fabricante, también añade el IVA al precio. Cada empresa en la cadena añade el IVA correspondiente a sus ventas.
- Comerciantes: los comerciantes que venden al consumidor final también añaden el IVA al precio de venta.
Deducción del IVA
Cada empresa en la cadena de suministro puede deducir el IVA que ha pagado a sus proveedores (conocido como “IVA soportado”) del IVA que ha cobrado a sus clientes.
Por ejemplo, si un fabricante paga 10 euros de IVA al comprar materiales y cobra 15 euros de IVA al vender sus productos, puede deducir los 10 euros del IVA soportado y remitir solo 5 euros de IVA al gobierno.
Declaración y pago del IVA
- Las empresas deben presentar declaraciones periódicas de IVA (mensuales, trimestrales o anuales, según la legislación de cada país) en las que detallan el IVA repercutido y el IVA soportado.
- Si el IVA repercutido es mayor que el IVA soportado, la empresa debe pagar la diferencia al gobierno.
- Si el IVA soportado es mayor que el IVA repercutido, la empresa puede solicitar un reembolso o crédito fiscal.
Consumidor final
El consumidor final es quien asume el costo total del IVA, ya que no puede deducir el IVA pagado en sus compras. El precio que paga por un producto o servicio incluye el IVA aplicado en todas las etapas anteriores.
Ejemplo práctico
- Fase de producción: un agricultor vende trigo a un molino por 100 euros más 10 euros de IVA (10%). El molino paga 110 euros al agricultor (100 euros + 10 euros de IVA).
- Fase de transformación: el molino convierte el trigo en harina y la vende a una panadería por 200 euros más 20 euros de IVA (10%). El molino paga al agricultor 10 euros de IVA y cobra a la panadería 20 euros de IVA. Puede deducir los 10 euros pagados al agricultor y debe remitir 10 euros de IVA al gobierno.
- Fase de venta al consumidor: la panadería convierte la harina en pan y lo vende a los consumidores por 300 euros más 30 euros de IVA (10%). La panadería paga al molino 20 euros de IVA y cobra a los consumidores 30 euros de IVA. Puede deducir los 20 euros pagados al molino y debe remitir 10 euros de IVA al gobierno.
En cada etapa, las empresas actúan como recaudadoras del IVA para el gobierno, deduciendo el IVA pagado y remitiendo el IVA neto recaudado. Finalmente, el consumidor final soporta el costo total del IVA en el precio del producto o servicio que compra.
Tipos de IVA
El impuesto sobre el valor agregado puede tener diferentes tipos o tasas según el país y el tipo de bien o servicio al que se aplica. Generalmente, los países establecen varios tipos de IVA para diferentes categorías de productos y servicios. Aquí se describen los tipos de IVA más comunes:
- IVA general: es la tasa estándar que se aplica a la mayoría de los bienes y servicios. En muchos países, esta tasa oscila entre el 18% y el 25%.
- IVA reducido: se aplica a ciertos bienes y servicios considerados esenciales o de consumo masivo, como alimentos, medicamentos, transporte público, libros y revistas. La tasa reducida suele ser significativamente menor que la general, variando entre el 5% y el 10%, dependiendo del país.
- IVA superreducido: aplica a bienes y servicios específicos, generalmente aquellos considerados de primera necesidad. Las tasas superreducidas son aún más bajas que las tasas reducidas, a menudo en torno al 2% o el 4%.
- IVA cero: se aplica a ciertos bienes y servicios con IVA exento. Los productos y servicios que comúnmente están sujetos a la tasa cero incluyen alimentos básicos, servicios médicos y educativos.
- Exención de IVA: algunos bienes y servicios están exentos de IVA, lo que significa que no se aplica ningún tipo de tasa. Las exenciones suelen aplicarse a sectores como la educación, la sanidad, servicios financieros y seguros.
Los diferentes tipos de IVA permiten a los gobiernos ajustar la carga fiscal según las necesidades económicas y sociales del país. Las tasas reducidas y las exenciones ayudan a hacer los productos básicos más asequibles, mientras que las tasas generales proporcionan una fuente importante de ingresos para financiar los servicios públicos.
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Beneficios del IVA
El IVA se aplica en la mayoría de los países y ofrece varios beneficios tanto para los gobiernos como para las empresas y los consumidores. A continuación, algunos de sus principales beneficios:
Para las empresas
- Recuperación del IVA pagado: las empresas pueden recuperar el IVA pagado en sus compras, lo que reduce su carga fiscal y mejora su flujo de caja.
- Mejora de la gestión financiera: la necesidad de mantener registros detallados para el IVA fomenta una mejor gestión financiera y contable dentro de las empresas.
- Acceso a mercados internacionales: las empresas que operan internacionalmente se benefician de la devolución del IVA en las exportaciones, lo que reduce sus costos y mejora su competitividad.
Para los consumidores
- Protección del consumidor: el IVA aplicado de manera uniforme asegura que los consumidores paguen un precio justo por los bienes y servicios. La transparencia en la facturación permite a los consumidores conocer exactamente cuánto es el IVA que están pagando.
- Asequibilidad de bienes y servicios esenciales: las tasas reducidas y exenciones para bienes y servicios esenciales como alimentos, medicamentos y educación ayudan a mantenerlos asequibles para los consumidores.
¿Cómo declarar el IVA?
Declarar el IVA es un proceso esencial para las empresas que están obligadas a recaudar este impuesto. A continuación, se detalla cómo se puede declarar el IVA, aunque el proceso específico puede variar ligeramente según el país y su normativa fiscal.
Registro y preparación
Asegúrate de que tu empresa esté registrada para el IVA ante la autoridad fiscal correspondiente de tu país. Mantén registros precisos de todas las facturas de ventas (IVA repercutido) y compras (IVA soportado).
Calcular el IVA
Actualmente, puedes contar con una calculadora de IVA en línea para facilitar el proceso de cálculo para diferentes tipos de transacciones. Pero, a continuación, sé explican los conceptos básicos y los pasos para calcular el IVA manualmente:
Calcular el IVA Incluido en un precio (precio sin IVA a precio con IVA)
- Fórmula: precio con IVA = precio sin IVA * (1 + tasa de IVA)
- Ejemplo:
- Precio sin IVA: 100 euros
- Tasa de IVA: 21% (0.21)
- Precio con IVA = 100 * (1 + 0.21) = 100 * 1.21 = 121 euros
Calcular el IVA excluido de un precio (precio con IVA a precio sin IVA)
- Fórmula: precio sin IVA = precio con IVA / (1 + tasa de IVA)
- Ejemplo:
- Precio con IVA: 121 euros
- Tasa de IVA: 21% (0.21)
- Precio sin IVA = 121 / (1 + 0.21) = 121 / 1.21 = 100 euros
Calcular el monto del IVA
- Fórmula: Monto del IVA = Precio sin IVA * Tasa de IVA
- Ejemplo:
- Precio sin IVA: 100 euros
- Tasa de IVA: 21% (0.21)
- Monto del IVA = 100 * 0.21 = 21 euros
Llenar el formulario de declaración
Accede al formulario de declaración de IVA correspondiente en el portal de la autoridad fiscal de tu país (generalmente está disponible en línea). Introduce los datos requeridos, incluyendo el IVA repercutido, el IVA soportado y el IVA neto a pagar. También pueden requerirse detalles adicionales como ventas exentas y exportaciones.
Presentación de la declaración
Presenta la declaración en línea a través del portal de la autoridad fiscal o de manera presencial en las oficinas correspondientes, si es necesario. Asegúrate de presentar la declaración dentro del plazo establecido por la autoridad fiscal (mensual, trimestral o anual, según el régimen aplicable).
Pago del IVA
Realiza el pago del IVA neto adeudado mediante transferencia bancaria, tarjeta de crédito/débito o cualquier otro método aceptado por la autoridad fiscal. Guarda el comprobante de pago como evidencia de que has cumplido con tus obligaciones fiscales.
Revisión y archivos
Verifica que toda la información proporcionada en la declaración sea correcta y completa. Mantén un archivo de todas las declaraciones de IVA y los comprobantes de pago, ya que pueden ser necesarios para auditorías fiscales futuras.
Cada país tiene sus propias normas y procedimientos para la declaración del IVA, por lo que es fundamental familiarizarse con sus leyes y las fiscalías locales, o consultar con un profesional en la materia. Por lo tanto, hay que estar siempre atento a la fecha de vencimiento del IVA, puesto que no declararlo o pagarlo a tiempo, puede resultar en multas y sanciones.
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